Por las Calles de Verano
Actualizado: 11 ene 2021
Paseando por ahí fui. Sola en una calle de una gran multitud. Cada individuo con su propio cuento, pero mi mente fue armando relatos que ilustran la vida de una pareja bordeando la esquina de la calle Príncipe de Vergara 69. Típico de mi parte con la maña de ser curiosa. Y aquí fui, caminando, mis pies haciéndose más míos en cada salto que les motivé a dar. Me olvidé de todo por un minuto, apropiando mi conquista de las hojas caídas en la esquina de la próxima cuadra. Y ya me fui acercando a donde quería llegar. Sentía que este verano era solo mío, dedicado para mi existir. En una patineta avancé a bajar las colinas que se deslizaban hacia el Retiro. Paz plasmada para esas almas que buscaban silencio dentro de un bosque hecho a mano y una fuente transitada. Para los turistas simbolismo, pero para mi, la “no turista,” esto era exactamente lo que necesitaba. Y disfruté cada instante, cada borde de los jardines y los niños que correteaban. Parecía una acuarela de las que ves en los museos. Sin darme cuenta pronto me ilustré en un cuento que aún no existe y me coloqué como personaje principal en una ciudad que me enamoró. Me gustó como me veía ahí y cada paso más me jalaba a querer quedarme. Pero como todo en la vida viene y va… ya llegará el instante donde ahí me quedaré por más tiempo. Y me gustará, o conoceré tanto que me ahogaré en tanto aprender. Sin anotar estas ideas a este cuadro idealizado, me conformaría aprender a realmente estar en una ciudad que ya ocupa gran parte de mi corazón, y de mi libertad.
Ya quiero volver.